Todos los días, tus oídos te permiten estar conectado con el mundo que te rodea. Oír el despertador, mantener el equilibrio o seguir una conversación son acciones inofensivas que son posibles gracias a tu audición.
Tus oídos están activos mucho antes de que nazcas. De hecho, entre la semana 26 y 28 del embarazo, el feto comienza a desarrollar su audición. Por lo tanto, empiezas a percibir sonidos en el vientre de tu madre, pero tienes que esperar a que el oído esté bien formado para que tus capacidades auditivas se desarrollen por completo.
Puede oír a través de las tres partes del oído. Cada uno de ellos tiene un papel esencial para una buena audición.
El oído externo está formado por el pabellón auricular y el conducto auditivo externo. Los sonidos a su alrededor son atraídos naturalmente hacia la parte posterior de su canal auditivo por el pabellón auditivo, que actúa como un embudo.
Función del oído externo:
La función del oído externo es captar y transportar los sonidos al oído medio. En el caso de una obstrucción en el canal auditivo, como por ejemplo con un tapón de cerumen, su oído ya no puede llevar a cabo su función de transporte de sonidos y puede notar una pérdida de audición. Afortunadamente, un profesional de la salud puede quitar un tapón fácilmente y así permitirle recuperar todas sus capacidades auditivas.
El oído medio está formado por el tímpano, la trompa de Eustaquio y la cadena de huesecillos, los huesos más pequeños del cuerpo humano: el martillo, el yunque y el estribo.
Función del oído medio:
La función del oído medio es amplificar los sonidos recibidos por el oído externo. Una vez que los sonidos ingresan al canal auditivo, golpean el tímpano. Este último vibra y activa la cadena de huesecillos que actuarán como amplificadores. El objetivo: transmitir un mensaje claro al oído interno. Dado que el martillo, el yunque y el estribo son huesos diminutos, también son muy frágiles. Si están dañados, puede verse afectado por la pérdida de audición.
El oído interno está formado por el vestíbulo, la cóclea y el nervio auditivo. Esta es la zona más sensible del oído porque dentro de la cóclea hay miles de células ciliadas que procesan los sonidos que escuchas.
Función del oído externo:
El papel del oído externo es procesar los sonidos y transmitirlos al cerebro. Las células ciliadas actúan como sensores que recopilan información y la transforman en señales comprensibles. El nervio auditivo luego los lleva al cerebro. Algunos trastornos auditivos que afectan el oído interno pueden tratarse con implantes cocleares o anclados al hueso que compensarán los efectos de la pérdida auditiva.
Tus oídos te permiten oír y son los garantes de tu bienestar auditivo. Pero oír no es la única función de tus oídos. De hecho, también actúan sobre su equilibrio. Es gracias a unos cristales ubicados en el vestíbulo del oído interno que tu cerebro logra ubicarse en el espacio y por lo tanto lograr que puedas mantenerte erguido.
Caminar, correr, saltar: todas las acciones que requieren que tu cerebro se base en la información que transmiten tus oídos. Su audición también es muy importante para su seguridad. Puede que no te des cuenta, pero tus oídos te informan constantemente de lo que sucede a tu alrededor. ¡Y sobre todo en lo que no ves! El sonido de un timbre de una bicicleta que pasa detrás de ti, el llanto de un niño que te despierta cuando duermes: tanta información enviada a tu cerebro que te permite estar alerta diariamente y actuar en consecuencia.
El cuidado de tus oídos y por tanto de tu audición empieza por una buena higiene física. Esto se debe a que el cerumen es uno de los agentes de limpieza naturales del cuerpo para los oídos. No es necesario usar un bastoncillo de algodón que corre el riesgo de crear obstrucciones. Simplemente limpie el pabellón de sus oídos suavemente con un pañuelo.
Para proteger tu audición, presta atención a los ruidos. Los sonidos fuertes o la exposición prolongada al ruido deterioran permanentemente tu capacidad auditiva y pueden causar pérdida auditiva. En caso de duda, los tapones auditivos pueden ayudar a preservar tus oídos.
Tenga cuidado con la presión en los aviones o cuando pases demasiado tiempo bajo el agua. Si la presión no está equilibrada en los oídos, puede provocar un barotrauma. Es un golpe de presión que puede dañar permanentemente tu audición.
Por último, es importante que te revises la audición con regularidad. En ALAIN AFFLELOU Acústico, nuestros audioprotesistas te reciben gratis para poner a prueba tu audición. prueba tu audición. Un control que te permite seguir la evolución de tus capacidades auditivas.