Vida cotidiana

Historia de los audífonos

Gran cantidad de instrumentos pueden ser considerados como los antecedentes más lejanos de los audífonos tal y como los entendemos hoy en día...

Gran cantidad de instrumentos pueden ser considerados como los antecedentes más lejanos de los audífonos tal y como los entendemos hoy en día: el cuerno seco y hueco, precursor de la corneta, plantas tropicales usadas por tribus amazónicas como amplificadores del sonido o algunas ruinas encontradas en Pompeya en forma de embudo y terminación en forma de espiral.

Durante el Siglo XX la evolución de los audífonos tuvo ciertas hitos determinantes: se trabajó en reducir el tamaño de los elementos del aparato, en el aumento de la amplificación del sonido y el bajo consumo de energía.

Los primeros audífonos eran grandes y pesados y estaban compuestos por varios elementos: un micrófono independiente, un amplificador, auriculares y una gran batería que duraba pocas horas. Además, funcionaban mejor sobre una superficie rígida, de ahí que fuera muy engorrosa su utilización.

El primer audífono portátil nace en 1902, mucho más ligero que los anteriores, sin embargo, las personas que padecían pérdida auditiva debían colgarse el amplificador y las baterías alrededor del cuello para poder oír adecuadamente e incluso las personas con gran pérdida auditiva necesitaban llevar un micrófono, algo muy incómodo e indiscreto.

La revolución de mitad de Siglo

La revolución auditiva llega en 1947 con el transistor. Se dejan atrás las válvulas para dar paso a aparatos más pequeños, con mayor capacidad de amplificación y pilas que permiten mayor duración y autonomía.

Las primeras personas con deficiencias de audición que pasaron a utilizar los nuevos audífonos con transistores tenían que llevarlos encima, pero poco a poco se fue reduciendo su tamaño hasta que podían colocarse detrás o encima del oído. Es a partir de 1960 cuando se desarrollan pequeños audífonos situados en el interior del canal.

En 1990 aparecen los primeros audífonos que incorporan tecnología digital, conocidos como “programables” y por primera vez se desarrollan unos que se adaptan a las condiciones particulares de cada persona, gracias a la amplificación no lineal. En 1995 ya se puede hablar del audífono digital propiamente dicho.

Desde entonces, hasta nuestros días, han sido muchos los avances en tecnología auditiva para llegar al tipo de audífonos que se comercializan en la actualidad: ultraligeros, fáciles de colocar, elegantes y discretos.

En Alain Afflelou Audiólogo disponemos de una extensa gama de audífonos de las primeras marcas, garantía de calidad y de tecnología punta. Por ello podemos dar respuesta a cualquier necesidad auditiva, ¡consúltanos!

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